Magdala Manero Moncunill
Las hortalizas han recorrido el mundo con las civilizaciones, una de ellas es la Cebolleta (Allium Fistulosum), bulbo de la familia Amaryllidaceae, también del subgrupo de liliáceas con sus variedades de cebollas, flores, etc. Conocida en casi todo el mundo, las grandes culturas hablaban de ella. Hay muchas historias que contar, además es tonificante, nutre, purifica la sangre, es aliviadora de gripes y catarros,…
Si la observamos bien tiene estilo, forma, color, aroma, gusto…. Os la quiero presentar:
Vegetal de crecimiento vertical, aparece en las primeras semanas de primavera (en el Mediterráneo), su tronco tubular lleno de agua solar se expande hacia el cielo como una antena que surge de la tierra para saludar al sol. En su base, o madriguera, retiene una bolsa llamada bulbo llena de nutrientes y minerales. De gran valor medicinal con su sabor picante y suave a la vez, de olor a azufre, desinfectante, blanca envuelta de fina seda y verde de diferentes tonalidades. Ayuda al corazón, por sus niveles de potasio y magnesio, calmando el sistema nervioso.
Quiero presentaros 4 formas de preparar las cebolletas. Cuatro recetas en dos semanas que nos acompañan en ésta etapa y podremos aprender de ellas. Ofertan grandes dosis de salud en la alimentación vegetal tan necesaria en nuestros días.
Es buen momento para deleitarse con estos platos, en la salida de abril y entrada de mayo, porque van llegando del huerto muchos vegetales. Disfrutaremos de ellos: “El reino vegetal llega lleno de abundancia”.
Empezamos por la sopa (aprendiendo_haciendo).
Una sopa fascinante de hojas recién llegadas: diente león, hojas de espinacas, de cebollino, perejil, … (todas las que tengo). Y además:
fideos de arroz
jengibre
cúrcuma
algas nori
soyu
semillas de sésamo
Colocar la cazuela e ir metiendo las hojas que hayamos seleccionado, un rodaja de jengibre, un trocito de cebollita finamente cortada en forma de aros, unos fideos de arroz, muy pocos, para darle consistencia a la sopa. Todo en crudo. Añadir el agua y dejar hervir entre 8 y 10 minutos. Al final añadir la cúrcuma, las algas nori y el soyu. (Las algas mejor cortarlas con las tijeras a trocitos pequeños, queda mejor). Espolvorear las semillas de sésamo por encima, tapar y reposar un minuto.
¡Ah! he puesto también las raíces de las cebolletas, son nutrientes de gran valor, luego las retiro.
Ésta sopa, especialmente recomendada en estados griposos y para distender el hígado en primavera, aporta vegetales de tierra y mar dando la sensación de calma y tranquilidad. Receta que nos induce a la paciencia y la perseverancia, así lo he sentido. Os invito de nuevo a prepararla.
Y para que la música no falte una bella canción con mayores y jóvenes en un bonito tandem
… seguiremos con la segunda receta….
La probaré. Gracias, Magdala
Una experiencia , que te gustará
Besos