Magdala Manero Moncunill
Si hay alguna cazuela de la que estoy enamorada es la de Tajine. ¿Porqué lo digo? Primero por su diseño triangular, cuando cocinas parece que el éxito esté asegurado. Por dentro se produce una combustión ideal para guisar: las gotas de vapor caen alegremente sobre los alimentos produciendo un intercambio nupcial entre alimento y agua. (Veréis que soy muy de amantes entre los alimentos). Y segundo porque tiene la capacidad de qué ella misma va elaborando los platos sin tecnología.
Este tipo de olla hace que el plato resulte jugoso y con una pizca de cremosidad al paladar. Es una de mis ollas preferidas como he dicho antes, además aporta solemnidad a la mesa.
El agua, el fuego y la cazuela. Influencia del mundo árabe al cual estoy muy agradecida.
Receta:
Con las verduras de nuestro huerto trato de hacer un plato como un guisado vegetariano.
Ingredientes: Cebolla
Patata
Calabacín
Pimiento
Orégano
Algas en escabeche
Tomate
Perejil
Ajo
Jengibre
Sal y aceite de oliva.
Preparación:
Pongo un chorrito de aceite en la base de la cazuela. Luego los ingredientes por capas: primero la cebolla para que desprenda agua y en guiso no se pegue, a continuación la patata y por encima el resto de vegetales cortados en rodajas de un centímetro de grosor. Añadimos, después, el orégano seco espolvoreado o fresco (opcional), encima las algas espagueti que ya tengo maceradas en aceite, también una capa de tomate y luego el pimiento, y así voy repitiendo capas hasta llenar al ras la cazuela. Por último el ajo, el jengibre y el perejil, bien rallados o en trocitos. Lo espolvoreo con una pizca de pimentón rojo y cúrcuma.
¡¡Excelente Tajine!!